¿Ganas de que tu año sea inolvidable?
Todos queremos que ese deseo se cumpla, pero el camino no es tan llano como parece. Más que un conjunto de números, el año adquiere forma de montaña que hay que escalar. Para no caer en el intento, apunta los siguientes consejos donde el hábito debe ser el eje que guíe tus proyectos e ilusiones:
1. 𝐌𝐞𝐭𝐚𝐬 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐲 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐧𝐳𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬
Empezar de a poco hasta que el cuerpo se vaya acostumbrando.
Asimismo, es importante conocer los límites que tanto nuestro cuerpo como mente poseen y comenzar a trabajar hacia ellos paso a paso, ya que sobrecargarse únicamente terminará generando cansancio o «burnout» más rápido y podría ser una predisposición a abandonar los objetivos que teníamos.
2. 𝐄𝐧𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐩𝐭𝐨 𝐒𝐌𝐀𝐑𝐓
Esta palabra encabeza el glosario del marketing: Medible, Alcanzable, Relevante, Temporal. El cerebro trabaja mejor si se da un objetivo en un tiempo marcado. Por ejemplo, si tu propósito es apuntarte a una actividad deportiva (gimnasio o natación) no abarques únicamente un año sino que fracciona ese período, definiendo un espacio concreto y un horario a la semana. Te facilita así contar con un progreso constante sin que tu ambición te sobrepase, a la vez que tu salud y finanzas.
3. 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐨𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬
Hay que evitar la sobresaturación de tareas y así no alocar esfuerzas ni desordenar rutinas. Contar con más de una meta es válido, sin embargo la especialista aconseja establecer un orden de prioridad de acuerdo a nuestro interés y al tiempo y recursos. Muy interesante lo que propone Diana Nágera, médico de campus Morealia: un pizarrón de objetivos, también llamado «vision board», una herramienta visual poderosa para mantener esas metas el horizonte plasmadas en el día a día. Volviendo los objetivos tangibles actualizándolos semanalmente te mantienes conectado, en la forma que el año avanza y cambias con él.